viernes, 27 de enero de 2012

SOY DEL NATO VALLE!

                                                      ''Esta música y mis novelas son tejidas con la misma hebra''
                                                                           Gabriel García Márquez


El acordeón es un instrumento musical de viento, formado por un fuelle, un diapasón, y dos cajas armónicas de madera. Cuando se concibió, se buscaba aunar en un solo artefacto la potencia sonora del órgano con la soltura del fraseo del violín. Existen varias teorías sobre el origen de este aparato y todas ellas resultan disimiles. Unos apuntan que fue creado durante la Edad Media; otros sitúan su nacimiento a finales del siglo XVIII;  y por último, se ubica a la ciudad de Berlín alrededor del 1821, como el lugar y la fecha de su más básica invención. Lo cierto es que la variante que conocemos en la actualidad de este instrumento, fue patentada en Alemania por el austriaco Cyrill Damian en el 1829. El acordeón era el amigo inseparable de campesinos y marinos de Europa. En las últimas décadas del siglo XIX, comerciantes alemanes lo introducen en diversos lugares de América, intercambiándolo por tabaco y otros productos de su interés. Uno de esos lugares es Colombia, donde llega por el puerto de la ciudad de Riohacha; ciudad esta conocida por ser la capital del departamento colombiano de La Guajira.


La región Caribe de Colombia, también llamada como ''El Caribe Colombiano'', es una zona continental y marítima; la más septentrional del país. Debe su nombre precisamente al Mar Caribe con el cual limita al norte. En la costa noreste de esta área (que tiene a Barranquilla como su principal centro urbano) esta ubicada la Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar. 
El gentilicio de los nacidos en esta urbe (mejor conocida como Valledupar, y que es a su vez, la capital del Departamento de Cesar) es 'valduparense'; sin embargo, cuenta la historia que en época de plena bonanza de la zona bananera de la provincia de Magdalena, se reunían jornaleros llegados de todas partes de Colombia, con el propósito de laborar en la Compañía Frutera de Sevilla como cortadores, labradores y transportadores del banano de exportación. En aquel lugar, los trabajadores dedicaban sus escasos momentos de ocio, a conocerse entre si y crear nuevas amistades. Una de las preguntas más comunes que se hacía allí a quien se acababa de conocer era: ''Y usted de donde es Compa'?''. La respuesta dada entonces procedía según la región donde había nacido el entrevistado: ''Yo soy Bolivarense!...Yo soy Bogotano!...Yo soy Guajiro! etc. Los nacidos en Valledupar tenían una peculiar forma de responder ante quienes indagaban sus procedencias; a tal pregunta respondían: ''Yo soy del nato Valle''.
La descomposición social de esta frase degenero en el termino que da titulo a la expresión cultural propia de Colombia más conocida en el mundo, y razón de ser de este trabajo. El Vallenato.



A grandes rasgos podría decirse, que El Vallenato es la síntesis de cuatro aires o ritmos costeños interpretados inicialmente por campesinos, y que representan las vivencias personales de sus respectivos autores y el sentir de un pueblo como retrato fiel de su mestizaje étnico. Esta música nació en los parajes, sabanas y caminos perdidos del norte de Colombia; y si bien ya puede hablarse de la existencia de este genero antes de la llegada del acordeón a Sudamérica, (cuando se entonaban las melodías de estos cantos con la flauta de caña de millo o carrizo) lo cierto es que no es sino hasta el momento de la  final incorporación de este invento austriaco cuando campesinos de la zona comienzan a manosearlo y a extraerle  notas con muy poco, o en mucho de los casos ningún conocimiento del pentagrama musical que el canto vallenato se propaga y toma la fuerza y el vital auge que aún al día de hoy le conocemos. Uno de estos campesinos era ''Francisco El Hombre''.

Alrededor de la figura de Francisco Antonio Moscote Guerra, se han tejido no pocas historias que le dan un soporte mitológico a esta expresión; y que hacen de él un personaje legendario, que muchos ubican como el precursor de la música vallenata. Se sabe que fue un mensajero que, a lomo de burro recorría la ruta entre los pueblos de las sabanas del Cesar y la Guajira, llevando las noticias y los recados desde el pueblo del que partia, al que llegaba. Armado con su acordeón en el pecho, llegaba hasta las plazas de los pueblos y comenzaba a sonar su instrumento, y a cantar las noticias, despertando el instantáneo interés de la multitud que se arremolinaba en torno a el para escuchar y conocer el hecho de que si las ''razones'' que traía del pueblo vecino, tenían algo que ver con ellos, con algún pariente, o amigo.
Cuenta la leyenda -o quizá el imaginario popular colombiano- que en una de sus andanzas, este famoso peregrino (reconocido por ser un virtuoso en el instrumento que ejecutaba) se batió en un duelo de acordeón ''en la montaña del Treinta con el mismísimo Diablo''. El enfrentamiento era a quien mejor tocara su instrumento, y Francisco salio victorioso cuando ''toco el Credo al revés''. Dicen que esta contienda tuvo lugar bajo una palmera de la montaña, la cual quedo ''chamuscada cuando Satanás se fue vencido y mal geniado''. La historia de este juglar colombiano ha quedado plasmada en no pocas obras y escritos. Gabriel García Marquez en sus ''Cien Años de Soledad'', se refiere a el como: ''un anciano trotamundos de casi 200 años, que pasaba con frecuencia por Macondo, divulgando las canciones compuestas por él mismo, y relatando con detalles minuciosos las noticias ocurridas en los pueblos de su itinerario.''

 El Vallenato en sus inicios, tuvo en los remates de parranda un excelente vehículo de difusión, y un gran escenario improvisado que le permitio llegar a la burguesía valduparense, para desde ahí afectar todo el pais.  Fue sin lugar a dudas en los momentos festivos conocidos en Colombia como ''Colitas'' donde este genero tuvo su mayor y mejor exposición inicial. Resulta que en las celebraciones de la aristocracia (bodas, cumpleaños, bautizos, etc.)  mientras los burgueses disfrutaban en los amplios salones, o en los decorados patios, de elegante música como valses, mazurcas, canciones napolitanas, y otros ritmos llegados de Europa, interpretados con guitarras y violines por bandas y grupos en vivo; en la cocina, los sirvientes y trabajadores se divertían haciendo sus labores con una música hecha con un acordeón, un tambor y una especie de güira que raspaban en no pocos casos con tenedores u otros utensilios de cocina. Al final de las celebraciones, (cuando ya se marchaban las bandas y orquestas, y a petición de los comensales que se mantenían en ellas ávidos de jolgorio y bajo los efectos de bebidas alcohólicas) el personal de la cocina era invitado a pasar a los salones y a los patios para interpretar su música; dando a conocer -de este modo- en la clase alta, la realidad sonora y cantada del proletariado.
 La fama de este fenómeno social escalo las propias esferas de la primera magistratura de la nación, cuando Alfonso López Michelsen (Ex-Presidente de Colombia en el período 1974-1978) llego a afirmar en una ocasión que: ''las colitas son el ancestro directo del Vallenato moderno''.


Ya hemos dicho (contrario a lo que muchos creen) que El Vallenato no surgió con la llegada del acordeón a Colombia; instrumento este que piso por vez primera este país sudamericano a finales del siglo XIX, y principios del siglo XX. Si bien nunca hubo allí para aquella época academias, escuelas o conservatorios destinados a mostrar las técnicas para dominar este artefacto; lo cierto es que para esos años ya existía un selecto grupo de acordeonistas o acordeoneros como: José León  Carrillo, Abraham Maestre, Cristóbal Lúquez, Agustín Montero, entre otros. Cabe destacar que algunos de ellos fueron antecesores incluso del campesino guajiro que se transformo en leyenda y se inmortalizó en la historia de esta música. Francisco El Hombre.


El Vallenato va más alla de la propia música. Recoge en su esencia un conjunto de vivencias, costumbres e historias de los campesinos que habitaron esa Costa Atlántica Colombiana; por eso se habla del Folclore Vallenato, pues esto trasciende las fronteras de la mera expresión musical para convertirse en un estilo de vida; o si se quiere en una filosofía capaz de estremecer tanto a los campesinos (que vienen a ser los protagonistas de este genero) como a los citadinos que la asumen. La música vallenata comenzó a darse a conocer fuera de su geografía durante los años de 1920 y 1930, en tiempos de auge y desarrollo de la zona bananera del departamento de Magdalena, al sur de Santa Marta. Para esa época las canciones que los nativos interpretaban, eran con guitarras y maracas, quizá rindiendo homenaje a las grandes agrupaciones antillanas, que gozaban de popularidad en amplios sectores y clases sociales.
En las primeras agrupaciones nacientes, los integrantes en no pocos casos pasaban del trío de músicos. El acordeonero hacía las veces de cantante, y se hacía acompañar de un par de percusionistas. Uno de ellos tocaba La Caja, y el otro La Guacharaca.


La Caja, es digamos, la herencia sonora que el África dejo en Colombia. Consiste en un tambor pequeño con cuerpo de madera, tallado en su interior con un parche, que para aquel entonces era de cuero, básicamente de ''Cuero e' Chivo''. Hoy en día este tambor posee un cuerpo bien moldeado, y se usa un parche sintético o  de plastico. La Guacharaca vendría a ser lo que la analogía del güiro en el merengue quisqueyano. Se trata de un instrumento cóncavo de fricción de 40 centímetros de largo, hecho de una mata (arbusto) que se conoce con el nombre de ''lata de púas''. Durante su proceso de fabricación artesanal, se le tallan varias ranuras, que al ser frotadas con un trinche especial de metal produce su sonido característico. En la actualidad ha sido remplazado por los de metal, en pos de una mejor sonoridad; sin embargo, en el Festival de Vallenato (del cual ampliaremos más adelante) se exige el de madera.
La Guacharaca es considerado el instrumento autóctono del Vallenato, y es un tributo al legado indígena de esta zona. Debe su nombre a un ave que en la costa atlántica canta en las serranías, y que es ''ave de buen aguero'' para los campesinos. El canto de esta ave se asemeja al sonido producido por este instrumento.
Así; ''El Acordeón Diatónico, La Caja y La Guacharaca'' representan la trilogía instrumental con que se puede ejecutar el Vallenato en su forma más básica y pura.


Ahora bien; la música vallenata no se define solo por su composición instrumental, sino por la ejecución misma de estos instrumentos, y los patrones melódicos que de estos puedan desprenderse; es decir, por la cantidad y calidad de ritmos que estos sean capaz de generar. Ya vimos que El Vallenato resume una serie de   estructuras armónicas propias de la costa y de la zona del Caribe Colombiano, lo que resulta imposible reducir toda esta cultura en un solo ritmo definido. Es por esto que dentro del mismo Vallenato se distinguen cuatro (4) aires, o ritmos. Son estos: El Son, El Paseo, El Merengue, y La Puya.


El Son Vallenato tiene un compás de 2 por 4. Es esencialmente un cantar de ancestro mulato, con fuertes ligaduras a la raíz africana, aunque lo indígena no deja de estar presente. Tiene en su interpretación una característica primordial y es el permanente uso del bajo en el acordeón, tanto que en no pocas veces se distingue este más incluso que la propia melodía emitida por los acordeoneros en el teclado.  El Son Vallenato es una suerte de crónica en la que el cantor va plasmando sucesos dramáticos que de una forma u otra fueron delineando su personalidad y marcando su existencia. Se atribuye al maestro Francisco ''Pacho'' Rada la creación de este aire.
El Paseo Vallenato tiene en su concepción una interesante paradoja. Si bien su razón de ser tiene el propósito de narrar la historia de un pueblo, y perpetuar sus valores como nación a través del canto; lo cierto es que la palabra utilizada para designar este ritmo, es la más reciente de los demás aires del folklore. Según los interpretes este es el más fácil de tocar, y tiene un compás de cuatro tiempos. Tiene por demás un origen peculiar, debido a que con la llegada del acordeón, cuando se definieron los compases y se perfeccionaron las melodías, se fueron distinguiendo y definiendo los primeros patrones (Son, Merengue y Puya), sin embargo hubo que inferir que entre estos tres, había oculto y algo confuso un cuarto aire, que al liberarlo sería  una especie de espíritu de sus predecesores. Sobre El Paseo, habría que apuntar que es un ritmo descendiente del vals, y es el más comercial de los cuatro aires del Vallenato.


En la música en general, el compás de 6 por 8 tiene una peculiaridad, y es que al ser compuesto o ternario, se divide en dos partes y tiene dos acentos. Ese es el compás del Merengue Vallenato; aire este, que precisamente por esa característica es el más complejo y a la vez el más original de todos. El Merengue Vallenato (que no guarda ninguna similitud con el ritmo homónimo de Dominicana) es de procedencia africana, y permite al intérprete hacer gala de sus habilidades y técnicas, asi como de lucirse en una verdadera incontinencia de cadencia y armonía. En no pocas ocasiones su temática tiene connotaciones sensuales y eróticas. 
En Valledupar y zonas aledañas, el aire más antiguo era La Puya Indígena. El cual en sus inicios era instrumental, es decir que no llevaba canto. Su sonido consistía en la imitación hecha por el carricero (flautista) de el trinar de algunos pájaros. Este ritmo se bailaba en hileras, llevando cada persona las manos a la altura del pecho y con sus dedos apuntando a quien danzaba adelante, simulando ''puyarlo'' repetidamente. De ahí la razón de ser de su nombre.
Al igual que el Merengue tiene compás de 6 por 8, y tienen ambos los mismos patrones rítmicos y armónicos; la diferencia entre uno y otro radica más bien en la concepción melódica y en la interpretación; ya que El Merengue es extremadamente rítmico, y se caracteriza por los coros, con los que se responde a las estrofas de un cantador. Este aire instrumental, cuando se fusiono con La Puya Negroide que es un género cantado, dio como resultado lo que conocemos como La Puya Vallenata como la sabemos en la actualidad. Existe también un ''baile cantao'', que bien podría considerarse el quinto aire del Vallenato, pero que por otras razones de índole cultural (y hasta musical si se quiere) ha ido lentamente cayendo en extinción hasta distanciarse en su estudio y consideración de los principales ritmos de esta música. Este ''baile cantao'' al que  nos referimos, no es otro que La Tambora.


La Tambora es una idiosincrasia del hombre de la rivera del Río Grande de la Magdalena, que vive en la sub región denominada ''Depresión Momposina'', y que comprende municipios tales como Tamalameque, Chimichagua, Chiriguaná, entre otros, en el Departamento del Cesar. Es el ritmo de mayor pureza y contenido. Es un canto responsorial, que tiene textos politemáticos cuyos versos expresan ideas y circunstancias, que a pesar de ser disimiles entre sí, se cuidan de mantener una que permanece constante.  En general, estas líricas tienen un carácter satírico, y como ya habíamos anotado es un genero cantado; si bien todavía existen tamboras estrictamente instrumentales.
Podría decirse que en el ritmo de La Tambora, se refleja más que en ningún otro de la región, la conformación triétnica (blanco, indio y negro) y el mestizaje que afecto tanto a Colombia, como a otros paises de Sudamérica. Se toca con un juego de tambores (denominados El Currulao,  El Guache y La Tambora) fabricados por artesanos de la depresión momposina. En su forma tradicional consta a su vez de cuatro aires que son: La Tambora Tambora, La Guacherna, El Chandé, y El Berroche. Como ejemplo del primero tenemos ''La Candela Viva'' de Alejandro Durán; como muestra del segundo esta ''La Zaragozana''; y de los dos últimos ''Vamos a bailar chandé'' y ''El Negro'', respectivamente. 


El Folclore Vallenato -ya lo hemos dicho- es toda una cultura que se nutre de múltiples expresiones y formas que van más allá de la propia música. En su concepción social por ejemplo, se vale de la ''competencia amistosa'', como medio para hacerla llamativa y entretenida. Con alta dosis de picardia, y sentido del humor, estas competencias sin duda alguna, le otorgan más color y sabor a esta cultura. Como ejemplo de estas dinámicas dentro de esta expresión, tenemos el fenómeno de las piquerias.
La Piqueria es un enfrentamiento verbal a través del canto realizado entre dos o más personas. Una disputa en la que el ''arma'' de los participantes, no es otra que su inteligencia, y su natural habilidad para improvisar cuartetos o décimas, que saluden las supuestas o reales virtudes de quien las interprete, y de paso atacar hasta el punto de ridiculizar al adversario.
Anteriormente las piquerias eran duelos entre acordeoneros, donde el publico calificaba con aplausos a quien alcanzara una mejor ejecución en su instrumento, y declaraba como vencedor de la contienda al músico que valiéndose de versos hirientes, burlones y hasta sarcásticos se mofara de los defectos fisicos o morales de su contrincante.


 ''Acordáte Moralito de aquel día,
   que estuviste en Urumita
    y no quisiste hacer parranda.
   Te fuiste de mañanita!
   Sería de la misma rabia!.
   En mis notas soy extenso! 
   A mi nadie me corrije!
   para tocar con Lorenzo
  mañana sábado día e' la virgen!.
  Me lleva el o me lo llevo yo

  pa' que se acabe la vaina
  Ay! Morales a mi no me lleva,
  porque no me da la gana!
  Moralito a mi no me lleva, 
  porque no me da la gana!...''


Estos versos de ''La Gota Fría'' de Emiliano Zuleta Baquero, representan la tradición de la piqueria más reconocida y comentada en y fuera de las fronteras colombianas. El contrincante (Moralito) a quien se alude aquí, es al famoso acordeonero y compositor Lorenzo Morales; y ambos son figuras representativas de una corriente del genero como veremos más adelante. Analizando con detalle estas lineas, vemos entonces que se trata de un desafio musico-vocal; y es tanta la pasión que esta costumbre alcanza entre los músicos vallenatos, que hasta se originan incluso ''a distancia'', donde se envía un mensaje escrito o que llega de boca en boca, quedando establecida la fecha, lugar y hora de la contienda; generando así harto interés en el publico que sigue estos enfrentamientos. Estas rivalidades producen una controversia que sobrepasa los limites de la propia música pasando a un plano personal. Si seguimos analizando este clásico compuesto en 1938, vemos una prueba de ello; aquí ''el viejo Mile'' (como se le conoce en Colombia a Emiliano Zuleta) le continua ripostando a su adversario:




''Que cultura, que cultura va a tener
un indio yumeca como Lorenzo Morales?
Que cultura va a tener, 
si nació en los Cardonales?
Morales mienta a mi mama,
solamente pa' ofender;
Para que el también se ofenda,
ahora le miento la de él.
Moralito, Moralito se creía,
que quizás, que quizás me iba a ganar.
Y cuando me oyó tocar,
le cayó la gota fría.
Ay, al cabo e' la compartía,
el tiro le salio mal...''




Si bien en ''Rumores'' Lorenzo Morales logro defender su honor de este ataque que le hiciera Zuleta Baquero, lo cierto es que jamas alcanzo el nivel de arraigo y popularidad de esta ''Gota Fría''; canción que fuera interpretada y grabada a mediados de los años 40 por Guillermo Buitrago bajo el título de ''Que Criterio'', y que -como veremos más adelante- en los años 90 fue vuelta a grabar con patrones de sonidos modernos e incluida en una producción que se volvió internacional por un cantante que la inmortalizó e hizo de esta su mayor éxito.
Esta tradición de rivalidad es tan antigua como la expresión misma. Recordemos el insólito enfrentamiento en que la mitología popular colombiana aseguraba que tuvo Francisco el Hombre con Lucifer, frente a quien iba perdiendo, y a quien solo pudo vencer cuando interpretó ''el Credo al revés''. Además de la de Emiliano Zuleta y Lorenzo Morales, la historia del Folklore recoge otras legendarias e históricas piquerias como las de:
Rugero Suárez y Enrique Díaz, Victor Silva y Octavio Mendoza, y Francisco Moscote Guerra (el mismo Francisco el Hombre) con Abraham Maestre. Existen otras más recientes, y gracias a la tecnología moderna más vistas y difundidas como la de Diomedes Días e Ivan Zuleta.


Hablemos ahora de los exponentes de este genero, y de sus obras trascendentales dentro de esta música. Ya arriba citamos los nombres de algunos acordeoneros y trovadores que se hicieron notar con su talento en la ejecución de su instrumento; hagamos mención ahora de la figura del cantador Vallenato tradicional.
En completa sintonia con el pueblo, las características de un cantador de Vallenato tradicional la completan el hecho de que debe de ser un hombre sencillo, llano, espontáneo y digno del Folklore. Debe tener dominio del refranero popular, brindar al publico chistes regionales; debe dejar en sus interpretaciones todo el sentimiento que transmitan las letras de la canción, y por ultimo y más importante, debe de ser consciente de su rol de embajador de la identidad cultural colombiana.
Recordemos que en los inicios de esta música, el acordeonero hacía las veces de cantante, dando paso luego dentro del organigrama vallenato a la membresía del cantador. Entre los primeros cantores vallenatos figuran: Luis Pitre, Fortunato Peñaranda, Chico Bolaños, Eusebio Zequeira, Francisco Rada, Fortunato Fernández, Chico Sarmiento, Fulgencio Martinez, Ramon Zuleta, El negro Ayala, Juan Muñoz, Carlos Araque y Juancito López. Llegados a este punto, es propicio hacer notar el escenario por excelencia de esta expresión. El Festival de la Leyenda Vallenata.
El Festival de la Leyenda Vallenata es la gran fiesta de la cultura popular, que se celebra en Valledupar, a finales del mes de Abril (específicamente del 26 al 30) o en su defecto por otra fecha fijada de antemano por sus organizadores. Este evento se define como un certamen que trabaja en favor de la difusión de la tradición folclórica y popular conocida como Música Vallenata en sus cuatro aires: Paseo, Merengue, Puya y Son.
Fue creado en 1968 por Alfonso López Michelsen, Consuelo Araújo Noguera y Rafael Escalona Martínez; resultando electo (en esa edición inaugural)  Alejandro Durán como ''Primer Rey Vallenato''.


 Alejo Durán ''El Rey Negro del Acordeón'', nació un 9 de Febrero de 1919 en la tropical tierra del Departamento del Cesar. La vena artística y musical la heredo sin duda de sus parientes más íntimos. Su padre Náfer Donato Durán fue acordeonero, su madre Juana Francisca Díaz era cantante de Tamboras, y su abuelo Juan Bautista Durán se destaco como un gaitero de mucho renombre. Aprendió a sacarle notas y melodías al acordeón gracias a las instrucciones de los maestros Octavio Mendoza ''El Negro Mendo'', y 
Víctor Julio Silva. 
En 1943 creó y dio a conocer su primera obra ''Las Cosas'', con la cual comenzó a consolidarse su popularidad, la misma que junto a su gran talento lo llevo el día 30 de Abril de 1968 a consagrarse como el ganador del festival que mencionamos arriba, y a su histórica elección de ''Primer Rey'' de esta música. En su obra creativa, siempre se pudo notar un gran sentimiento de admiración hacía la figura femenina. Ejemplo de ello lo representan composiciones suyas como ''Entusiasmo a las Mujeres'' (1949), e interpretaciones de otros compositores que grabó con éxito, como el Paseo ''Alicia Adorada'' de Juancho Polo.




''Como Dios en la Tierra no tiene amigos,
como no tiene amigo' anda en el Aire!
Tanto le pido y le pido ay ombe!
Siempre me manda a mi male!
Pobre mi Alicia 'licia dorada.
yo te recuerdo en todas mis parrandas.


Alla en Flores de María
Donde to' el mundo me quiere
Yo reparo a las mujere' ay ombe!
y no veo a'licia la mia!
Donde to' el mundo me quiere
Alicia murió solita...
Donde quiera que uno muera ay ombe!
To'as las tierras son benditas...''




''El Negro Alejo'' quien cultivo todos los ritmos vallenatos, La Puya (''Mi Pedazo de Acordeón''), El Paseo (''La Cachucha Bacana''), El Son (''Fidelina''), El Merengue (''Maruja''), y La Tambora (''La Candela Viva'') murió el 15 de noviembre de 1989 en la ciudad de Montería, capital del departamento de Córdoba, pero su figura y su imagen quedaron inmortalizadas por siempre en la historia del acervo cultural de toda Colombia. 
Dentro de este Folklore pueden distinguirse también ciertas modalidades o corrientes, y estas a su vez poseen sus creadores o propulsores. Veamos: El Vallenato Costumbrista por ejemplo, descansa sobre los hombros de dos grandes juglares de esta música que ya mencionamos en párrafos anteriores. Emiliano Zuleta Baquero (padre de los hermanos Zuleta, -Poncho y Emilianito) y Lorenzo Morales.
El Vallenato descriptivo contó con creadores como Rafael Escalona y Leandro Díaz. El primero (además de compositor) fue un notable pintor y novelista colombiano; autor de los clásicos ''Jaime Molina'' y ''La Casa en el Aire'', y el segundo, Don Leandro Díaz; a pesar de ser 'No Vidente' de nacimiento, le ha escrito a la Naturaleza y al Amor con profunda pasión y sentimiento. Una buena muestra de su vital obra, lo es su composición ''Matilde Lina''.




Un mediodía que estuve pensando
en la mujer que me hacía soñar.
Las aguas claras del Río Tocaimo
me dieron fuerzas para cantar.
Llegó de pronto a mi pensamiento
esa bella melodía,
y como nada tenía, 
la aproveche en el momento.


Este paseo es de Leandro Díaz, 
pero parece de Emilianito.
Tiene los versos muy chiquiticos,
y bajitícos de melodía.
Tiene una nota muy recogida 
que no parece hecho mío;
era que estaba en el río,
pensando en Matilde Lina...''




Más tarde surge el Vallenato Romántico; estilo que impuso primero Tobías Enrique Pumarejo, y que luego le siguiera los pasos Gustavo Gutierrez Cabello, quien logro popularizarlo, y a quien se conoce en la actualidad como su precursor. 
Otro gran exponente de este estilo de Vallenato sentimental, lo es el buen letrista ido a destiempo Freddy Molina. En ''Amor Sensible'' puede notarse sin más la hermosa sencillez de su pluma:




''Tanto te quiero que pienso
sin saber lo que he pensado.
Nos acariciamos y luego 
solo sé que yo te amo!


Es un Amor que nació profundo
limpio como se ve la Nevada.
De misterio esta lleno el Mundo;
no sé que sentirá tu alma.


Será sensible como el silencio
que domina la montaña...''


La Mujer es una eterna fuente de inspiración en los compositores vallenatos. Del mismo modo, el Amor por su región, es otro de los factores que siempre tienen en mente estos escribidores al momento de la composición. Con no poca frecuencia recurren al río, a la sierra, a la montaña; y hasta al desierto, para allí en medio de todas esas bellezas naturales, encontrar el escenario perfecto que sus musas les dictan. Y aquí el autor de este ''Amor Sensible'' (hombre que encontró la muerte súbita a la pronta edad de 27 años) continúa diciendo:




''Freddy Molina te quiere!
Eres mi duda esperanza!
Cuando el Guatapurí se crece
al sentir mi pasión se calma.
Es un río que nace en la Nevada
que en todo el Cesar fuerte se siente.
Pero mi gran pasión le iguala
el ímpetu de su torrente.


Si no me miras el propio cielo
siente pena y se entristece!


En Valle de Upar yo canto
versos de mi inspiración.
Si algún día sufro un desengaño,
me voy lejos de esta región...''




Dentro de la onda tradicional de esta expresión folclórica colombiana están: Andrés Landero (virtuoso acordeonero sobre quien el Profesor de Filosofía sanjacintero Numas Armando Gil expreso: ''El más parecido a Francisco El Hombre''; gran músico que tocaba lo mismo Porros, que Cumbias; Chandés que Pajaritos en su intrumento), Alejandro Durán, el gran ''Rey Alejo'', compositor del clásico ''Altos del Rosario'', Calixto Ochoa autor de ''El Africano'', Juan Polo Valencia, Ovidio Granado, mejor conocido como el ''viejo Villo", el Chiche Guerra, Naffer Durán, Julio De la Ossa, y Lisandro Meza, entre otros.


Y así llegamos al Vallenato Moderno; corriente esta que tiene varios exponentes. Se dice que los precursores de esta modalidad fueron Nicolás Bolaños y Armando Zabaleta; sin embargo se reconoce en Alfredo Gutierrez Vital, el gran vanguardista e innovador de este genero.
Nacido el 17 de Abril de 1943 en Sabanas de Beltrán en el Departamento de Sucre; Gutierrez Vital es un gran acordeonero que vocaliza canciones (tanto suyas como de otros compositores) con mucha cadencia y sabor. Ha sido Rey Vallenato en tres ocasiones (1974, 1978 y 1986) y tuvo la acertada osadía de introducir instrumentos en la música vallenata para hacerla más bailable y por ende más comercial. Entre sus composiciones se encuentran la alegre ''Festival en Guarare'', ''Ay Elena'', ''Capullito de Rosa'', entre otras. 


El 7 de Agosto de 1961 nació en la ciudad de Santa Marta, capital del departamento de Magdalena, Carlos Alberto Vives Restrepo, quien con el correr del tiempo se convertiría en una figura de primera línea en cuanto a la ''internacionalización'' del Vallenato se refiere. Inicialmente orientado al genero Rock, este cantante y actor recibió en 1991 una oferta para representar en una telenovela al compositor Rafael Escalona. Este hecho, quizá tuvo mucho que ver con su decisión de reorientar su carrera musical  hacia el Vallenato; aunque manteniendo interesantes fusiones con el Rock y el Pop.
Funda entonces una banda llamada ''La Provincia'', y presento en el 1993 el álbum ''Clásicos de La Provincia'', producción esta, donde con un sonido moderno y novedoso presenta viejos y conocidos temas del pentagrama musical del caribe colombiano, logrando proyectar los ritmos del Folklore Vallenato a escala continental, y hasta mundial.  Así, en esta producción, el tema ''La Gota Fría'' de Emiliano Zuleta recorre prácticamente todo el continente, y llega hasta Europa, donde cantantes de renombre como Julio Iglesias deciden grabarla e incluirla en sus repertorios. Carlos Vives, hay que decirlo, es pues el gancho definitivo de que se vale esta música para pasearse por varios escenarios del planeta, y para convertirse (en esa decada de los noventa) en un género de gran rentabilidad comercial.


La puerta que abriera Carlos Vives y su música, fue lo suficientemente ancha para que entraran también Los Embajadores Vallenatos, quienes ya desde el sugestivo nombre, tenían muy claro lo que buscaban. Estos lograron imponer su ''Santo Cachón'' en todo el continente logrando buenas cifras de venta, y consolidando aún más este ritmo. Dentro de esta corriente modernista, se destacan también: Diomedes Díaz, gran cantautor e interprete de exitos como ''Amarte más no pude'', ''Tú eres la Reina'' y muchos otros, Jorge Oñate, ''El Jilguero  de América'',  Ivan Villazón, Silvestre Dangónd, ''La Colegiala'', Peter Manjarrés, Integrante de 'La Nueva Ola del Vallenato', e interprete de ''Es mejor no querer tanto'', Pepito Gutiérrez, Ricardo Maestre, 'El Rey del Son' quien popularizó ''Pena y Dolor'', Ernesto Mendoza, interprete de ''La Tengo'', Los Betos (Alberto Zabaleta y Alberto Villa), y Binomio de Oro, grupo fundado en 1976 por Israel Romero y Rafael Orozco, que en su álbum debut lograron colocar tres exitos: ''La Gustadera'', ''Momentos de Amor'' y ''La Creciente''.
Actualmente Los Diablitos, Los Gigantes, Los Inquietos, y Los Hijos de Diomedes (Diomedes Dionisio y Rafael Santos son algunos de los representantes en los que se cifran no pocas esperanzas para que garanticen la expansión de esta música a nivel intenacional.


Cuando resaltamos el nacimiento de El Festival de la Leyenda Vallenata; surgió entre los creadores y fundadores de este evento, el nombre de una mujer que sin dudas hizo mucho por impulsar la cultura no solo de la música vallenata, sino de otras expresiones culturales de la costa caribe colombiana. Nos referimos a Consuelo Araújo Noguera.
Conocida con el  seudónimo de ''La Cacica'' (1 de Agosto de 1940 en Valledupar,Cesar - fallecida el 29 de Septiembre de 2001 en La Mina, Cesar) Consuelo Araújo fue una escritora y gestora cultural, que mantuvo durante 22 años su reconocida columna titulada ''La Carta Vallenata'', un espacio de opinión pública en el reconocido rotativo colombiano ''El Espectador''.
Las circunstancias en que se da la muerte de esta gran activista de la cultura así como sus posiciones políticas, escapan al sentido y la razón de ser de este libro. Solo nos ocupa, su legado como propulsora y fiel defensora del Folklore Vallenato, y entendimos que ella, por ese aporte social, tiene un lugar más que asegurado entre las páginas de esta obra.


Solo nos resta hacer breve mención de unos cuantos nombres que consideramos vitales para la culminación de este trabajo. Uno de ellos es el gran acordeonero, y compositor Egidio Cuadrado.
A Egidio se le considera el más fiel intérprete de la música del maestro Escalona; y precisamente esta condición lo ubico al lado de Carlos Vives en los inicios de este último en esta música vallenata, logrando alcanzar esos rotundos éxitos internacionales. 
Electo ''Rey Vallenato'' en la edición numero 18 del famoso festival en 1985, Cuadrado es un gran músico con estilo propio, y que domina a la perfección los cuatro aires o ritmos del Folklore. Ya son consideradas como clásicos sus interpretaciones del Son ''Amparito'', del Paseo ''Rosa María'', y de la Puya ''Puya Puya'', siendo esta última una pieza de su autoría.
Los otros dos nombres que queremos resaltar dentro de estos parrafos son: Abel Antonio Villa, y Luis Enrique Martinez. Al primero se le adjudica ser el responsable de llevar por vez primera un acordeón a la grabación de música comercial vallenata, por eso se le reconoció con el distintivo nombre de ''Padre del Acordeón''.
El segundo sacó al Vallenato de su ejecución monorítmica, y la lleno de notas alegres, brillantes y armónicas, creando la innovación que dividió en dos la evolución de esta música: por un lado digitación de agilidad pasmosa en el teclado, y por el otro ejecución musical engalanada; aportes estos que le ganaron a Don Luis Enrique Martinez el seudónimo de ''El Pollo Vallenato''.


Asi las cosas, esta expresión musical que antes solía llamarse como: ''Paseos Provincianos'' o ''Sones Magdalenenses'', fue abriendo surcos hasta convertirse en toda una manifestación cultural de Colombia y de Latinoamérica. Lo amantes de este Folklore -nacido en el ámbito rural y campesino del valle de los ríos Cesar y Ranchería- saben muy bien que como todo genero debe evolucionar, sin embargo, su  principal reto consiste en expandir su alcance sin perder su raíz eminentemente bucólica y campestre. 
Esta expresión ha recibido muchos elogios y homenajes, siendo quizá el más humilde de ellos el de el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, cuando refiriéndose a su novela (que esta considerada una Obra  Maestra de la Literatura Hispanoamericana y Universal) ''Cien Años de Soledad '' exclamo al describirla: 


''Es un Vallenato de 350 páginas! ''






                                                          El Aprendiz





























































martes, 10 de enero de 2012

UN TANGO AL MANGO...

                                                                          ''El Tango es un pensamiento triste que se baila''
                                                                                                     E. Santos Discépolo



Desde el Africa lejana llegaron hasta America esclavos; los cuales traían bajo el brazo tambores con los cuales disipaban sus angustias y calmaban sus frustraciones. Estos esclavos, en sus escasos tiempos libres se reunian en alegres farras ante las miradas no muy permisivas de sus amos, quienes se ruborizaban ante tal escandaloso espectáculo audiovisual.
En el idioma ibibio (que es una suerte de dialecto de la población nigerocongolesa) la palabra 'Tambor' significa Tamgú; lo que parece explicar el hecho de que para el 1889 el Diccionario de la Lengua Española de la RAE definiera la palabra 'Tango' como: ''Fiesta y Baile de negros y de gente de pueblo en America''.

El Rio de la Plata (formado por la unión de los ríos Parana y Uruguay, y considerado por muchos como el río más ancho del mundo) es una corriente natural de agua de 290 kilómetros de largo, que sirve de frontera a las Repúblicas de Argentina y Uruguay. Fruto del mestizaje cultural de los habitantes de esta región, unidos a los descendientes de esclavos africanos (afroargentinos y afrouruguayos) y a emigrantes europeos; se fue gestando una peculiar expresión artística que tuvo como cuna el cono sur de Sudamérica en las ultimas décadas del siglo XIX.
El lunfardo, es un argot, una jerga; o si se quiere, una forma de hablar propia que se introdujo en las ciudades de Buenos Aires, Montevideo y Rosario alrededor del 1860, y cuya raíz lingüística provenía de expresiones italianas y africanas. Esta jerga fue asumida en un principio por personas de bajo estrato social; y tan solo (a la vuelta de escasas décadas) cayó en boca de la aristocracia rioplatense. La similitud sociocultural de estas tres urbes, hicieron posible que el lunfardo se propagara, y que a su vez se empleara en el arte poético musical de la rima cantada, mejor conocido en esta zona como la Payada.
Ya el Candombe y sus tambores había acampado en ambas orillas del río, y bajo su influencia también la Milonga Campera llegaba a oídos de estos habitantes; así que, en este contexto histórico, y en estas circunstancias es en la cual se produce esta colisión de culturas, este encuentro tan rico -y tan diverso- de manifestaciones artísticas, que no podía menos que producir un sonido propio y distintivo y una nueva forma de encarar la música. Aquí nace el Tango; aunque -vale apuntar-, habría de pasar algún tiempo para adoptar la forma en que lo conocemos hoy día.

Los Afroargentinos y descendientes de esclavos africanos en Uruguay aportan entonces el Candombe; los emigrantes de Europa proponen el vals y la polca, y los nativos de la región a orillas del río suman la payada y la milonga campera; esto unido a la habanera cubana que ya estaba en el ambiente, va creando específicamente en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo una especie de danza de suave ondulación, con ritmo acompasado y atrevido.
 Puede decirse que este genero musical surgio en los tres últimos decenios del siglo 19, aunque su exacta génesis resulta imprecisa. Por ejemplo, el ensayista argentino Ricardo Ostuni en alguno de sus 30 versos, nos dice de manera muy subjetiva que: ''El Tango es tan antiguo como el hombre, porque nació con el primer dolor del alma''.

El origen de el Tango tiene no pocas teorias. Unos le adjudican su indiscutible raíz negra; otros afirman que es producto de una oleada migratoria, de ''gringos'' que bajaban de los barcos, y a quienes en el mismo puerto, los porteños de escasos recursos les entretenían con cantos y bailes. Pudiera ser que dos de estos ''porteños'' (gentilicio con que se denomina a los habitantes de los puertos u oriundos de la capital argentina) fueran el Negro Casimiro Alcorta (Violinista) y el Mulato Sinforoso (Clarinetista), dúo este que de paso algunos melomanos identifican como el primer grupo tanguero de que se tenga memoria.
Estas teorias, no son del todo mutuamente excluyentes, y en todo caso, algo si es definitivo, el Tango vio su luz primera en los suburbios, en los recovecos rioplatenses; tenia sabor a navajazo y a calle; olia a riachuelo, corria a medio vestir entre burdeles y prostíbulos, es decir era una expresión popular que asumía todos los desbordes de la vida nocturna. Muchos inmigrantes europeos bajaban solos de los barcos, y acudían a las casas de citas adyacentes a los puertos; lo que -como es de suponer en este desenfrenado ambiente- concluía al final de la noche en no pocas peleas y riñas callejeras, que nutrió mucho lo que seria la linea temática de esta música.

''Con este tango que es burlón
y compadrito
se ató dos alas la ambición de 
mi suburbio;
con este tango nació el tango, 
y como un grito;
salió del sórdido barrial
buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor
hecho cadencia 
que abrió caminos sin mas ley 
que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, 
 de fe, de ausencia.
Llorando en la inocencia 
de un ritmo juguetón...''                 (''El Choclo'' -Fragmento- )


Estos versos (escritos por Enrique Santos Discépolo, aproximadamente para el 1947) describen con rigurosa certeza el contexto sociocultural en el que se da el Tango en sus inicios. Una música gestada desde el arrabal y los conventillos del barrio sur, que desentrañaba en su lírica los mismos temas pasionales de siempre: Amor, odio, traición, despecho, etc; elaborados en tono melancólico y evocativo; es por eso muy común escuchar hablar de una ''nostalgia tanguera'' cuando se refiere a esta música.
 Así las cosas, poco a poco esta expresión esencialmente porteña, va adentrándose en teatros y academias; es decir, va lentamente abandonando los suburbios para insertarse en la clase media rioplatense, donde ya músicos como Rosendo Mendizábal, Eduardo Arolas, y Angel Villoldo comenzaban a componer sin un conocimiento básico de las partituras.
Hablando de composiciones; algunos historiadores y estudiosos de este género afirman que Juan Perez autor de ''Dame la Lata'' fue el primer compositor de Tango, aunque no hay una fuente oficial que confirme este dato, y es probable que hayan existido otros autores y canciones con anterioridad. Otras composiciones que surgen por esa época inicial fueron: ''El Tero'' y ''Andate a la Recoleta''.

Etimologicamente la palabra ''Tango'' -como ya apuntamos anteriormente- podría venir como una variación del idioma ibibio. Sin embargo, también se asegura que es un vocablo de otras lenguas africanas que quiere decir ''lugar cerrado''; y asi se llamaba en Buenos Aires a las casas de los arrabales donde a inicios del siglo XIX los negros se reunían para bailar y olvidar momentáneamente su condición. Es probable que el nombre surgiera de la expresión ''Tocá Tambo'' o ''Tocá Tango'' que incitaba a dar inicio a las festividades.
Nos parece saludable en este punto ofrecer una definición de este genero, desde el punto de vista de la teoria musical; asi que podríamos decir que el Tango es de compás de dos por cuatro, aunque también pudiera encontrarse en la forma del cuatro por ocho. Es binario; y como ya habíamos anotado previamente es de suave ondulación.
En cuanto a su instrumentación, el tango puede aparecer en distintos formatos instrumentales; aunque a nuestro juicio, el principal y mas distintivo en cuanto a su sonoridad seria el bandoneón. Asi, puede asumirse el  tango en un cuarteto de guitarras, en un dúo de guitarra y bandoneón; o en una onda más jazzistica en el trio de bandoneón, piano y contrabajo. En cuanto a su temática, el Tango se nutre de el lunfardo, que como previamente hicimos notar, era una jerga o argot popular de la región en esa época, la cual empleada inicialmente por los delincuentes, tomo adeptos y calo en estratos sociales más elevados; hasta el punto que se escribió poesía en lunfardo, aunque con palabras vulgares.

''Recordaba aquellas horas de garufa
 cuando Minga de laburo se pasaba
 meta punga, al codillo escolaseaba
 y en los burros se ligaba un metejón...''        ( -Fragmento de ''El Ciruja'' - Ejemplo de verso escrito en Lunfardo)


 El conocido escritor argentino Jorge Luis Borges, definió en su momento al tango y su lirica como: ''Esa ráfaga! Esa diablura!... es la realización argentina más divulgada, la que con insolencia ha prodigado el nombre argentino sobre el haz de la tierra...'', y es que no en vano, esta música ha recorrido las más afamadas salas de conciertos alrededor del mundo, y los pisos de los más reconocidos salones de bailes; motivo por el cual en el año 2009, fue aprobado (a petición de los presidentes de Argentina y Uruguay) en la lista de 'Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad' por la UNESCO.

Una de las magias que envuelve al tango, y lo reviste de una estética especial lo es sin lugar a dudas su baile. Un baile elegante a la vez que sugestivo, sutil a la vez que lujurioso; donde la pareja entrelazada va dibujando figuras con las piernas, mientras que el torso va marcando un movimiento distinto. El Tango no es una danza rígida. Para bailarlo en su forma básica, se debe dar cuatro pasos por compás. Ya luego para ir perfeccionando la técnica se pueden agregar figuras, pero lo primordial para ser un buen bailarín es ''caminar el tango'', y sobre todo llenarse de su sentimiento. Para un mejor entendimiento de como se baila un tango; dejemos que  Elizardo Martinez Vilas (Marvil) nos lo explique a través de su composición ''Asi se Baila un Tango'' de 1942.

Asi se baila el tango
sintiendo en la cara, 
la sangre que sube
a cada compás,
mientras el brazo 
como una serpiente, \
se enrosca en el talle
que se va a quebrar. 
Asi se baila el tango
mezclando el aliento
cerrando los ojos,
pa' escuchar mejor
como los violines
le cuentan al fueye
por qué desde esa noche
Malena no canto.


El Tango -ya lo hemos dicho- es una manifestación artística que surgió en la zona del Río de la Plata y que se influencio de la milonga campera, del candombe, de la habanera y de la payada. En 1876 en Buenos Aires se popularizó un tango-candombe titulado ''El Merenguengué''. En 1889 ''La Canguela'' es la primera partitura de tango que se registra, y que se encuentra en la actualidad en el Museo de la Partitura de la ciudad de Rosario en Argentina. Ya entre las décadas comprendidas entre 1870 y el 1900 sonaban Tangos tales como: ''El Queco'' (1874) de autor anónimo, ''El Porteñito'' de Gabriel Díez (1880), ''El Talar'' de Prudencio Aragón (1895), ''El Entrerriano'' de Rosendo  Mendizábal (1896), y ''Don Juan'' de Ernesto Ponzio (1898) que fuera el primer tango grabado por una orquesta; la de Vicente Greco.
Ya con la llegada del siglo 20, irrumpe en el ambiente tanguero una figura que iniciado como payador en 1910, a la vuelta de un par de décadas se convertiría en el símbolo mundial de este genero. Un hombre que se encargaría de elevar el tango de los pies a la voz, y quien fuera su más recordado cantante de los años veinte y treinta. No nos referimos a otro que el imprescindible Carlos Gardel.

También conocido como ''El Zorzal Criollo'', ''El Morocho del Abasto'', o ''El Jilguero de Balvanera''. Su   nacionalidad sigue siendo un enigma. algunos investigadores apuntan que Charles Romuald Gardés; nació en Toulouse,Francia un 11 de diciembre de 1890 (mientras que existen datos de otros que aseguran que vio la luz por vez primera en Tacuarembó,Uruguay el 11 de diciembre de 1887) lo cierto es que vivió desde su infancia en Buenos Aires, siendo probablemente hijo de uno de esos tantos inmigrantes europeos que desembarcaban en la capital argentina en esa época.
Con casi 21 años conoció a José Razzano, apodado ''El Oriental'' por ser uruguayo, con quien formó un dúo de canciones criollas. Al binomio se le conoció como ''El Morocho y el Oriental ''. En 1912 grabó 15 temas para el sello Columbia Records, y ya para el 1917 fue el primer cantor oficial de este genero, al estrenar el tango-canción ''Mi Noche Triste'' de Samuel Castriota y Pascual Contursi.
En la década de los veinte, Gardel paseo el tango por Europa, haciendolo conocer en España y Francia. En los '30 ya era una figura celebre en Argentina, Uruguay y en varios países europeos; motivo por el cual la empresa cinematográfica Paramount Pictures Corporation lo convoca para protagonizar cuatro películas rodadas en Joinville,Francia. Durante la filmación de estos largometrajes, se integra a su equipo de trabajo Alfredo Le Pera, poeta y periodista con quien comparte la autoria de muchos de sus éxitos como veremos más adelante. Es en esta década del 30 que la fama de este cantor conquista el mercado de Estados Unidos y se programa una gira por varios paises del continente. Uno de ellos es Colombia.
El 24 de junio de 1935, se produjo un accidente entre dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del aeropuerto ''Las Playas'' de la ciudad de Medellin,Colombia; este inesperado y fatal suceso silencio la voz del hombre que internacionalizó y llevo el tango por no pocos rincones del planeta. Los diarios y rotativos alrededor del mundo daban cuenta de la trágica noticia que conmocionó la farándula de la época.
Al momento de su muerte Gardel se encontraba en la cúspide de su carrera. Con su repentina desaparición física, nació -casi instantáneamente- el mito popular que es hoy por hoy; a tal grado que resulta muy difícil escuchar hablar de tango sin que su nombre no salga a relucir. Un verso de su tango ''Volver'' (que reza: ''Veinte años no es nada'') se convirtió en todo un refrán en América Latina. El fenecido escritor Julio   Cortázar refiriéndose a la maestría vocal del intérprete de ''El día que me quieras'' dijo: ''En su voz de compadre porteño se refleja, espejo sonoro, una Argentina que ya no es fácil evocar''.Y es que haciéndonos eco de lo que dicen algunos ''Gardel es el tango mismo''; y en cierto sentido no dejan de tener razón.

El fenómeno tanguero se ha dividido básicamente en tres etapas o épocas. A la primera se le llamo la guardia vieja o de formación, a la segunda se le denomino la edad de oro, y a la tercera y última, la nueva guardia o guardia joven.
La guardia vieja podría decirse que inicia a fines del siglo XIX, cuando Rosendo Mendizábal compone una canción sin el aire andaluz que hasta entonces se escuchaba. ''El Entrerriano'',que fuera estrenada el 25 de octubre de 1897 en la casita de Maria La Vasca. Este tema, constaba en su estructura orquestal de 3 partes; característica esta que definiría los tangos de esta primera etapa. Otros importantes exponentes de este periodo de formación fueron:  Alberto López Buchardo (1882-1918) autor de ''Germaine'', y su hermano Carlos (1881-1948), Ernesto Poncio ''El Pibe Ernesto'' (1885-1934), Manuel Campoamor (1877-1941), Agustín Magaldi (1861-1919) apodado ''La Voz Sentimental de Buenos Aires'', Pascual Contursi (1888-1932) autor de unas cuarenta letras de tango, Juan Carlos Cobián (1896-1953) creador de ''Salome'' e iniciador junto a Enrique Pedro Delfino de la corriente conocida como ''Tango Romanza'', y Gerardo Matos Rodríguez -becho- (1897-1948) autor de  ''La Cumparsita''. Por último, y para cerrar esta vital primera etapa; vale la pena volver a mencionar a Angel Villodo, a quien se le considera ''El Padre del Tango''.
Nacido en Barracas, al sur de la ciudad de Buenos Aires (un 16 de febrero de 1861) Angel Gregorio Villoldo Arroyo fue un guitarrista, letrista, notable compositor y uno de los principales cantores de la época.  Bajo su pluma existen firmadas sobre 60 composiciones de tango, siendo la más conocida de estas la anteriormente mencionada ''El Choclo''; y esto debido en gran medida a su melodía y su cadencia; que de no haber existido ''La Cumparsita'' seria quizá el tema más emblemático de toda la antología tanguera.

Siguiendo con los periodos o etapas de esta expresión rioplatense, llegamos a un intervalo de dos décadas donde podría decirse que esta música se revistió de toda su plenitud y su esplendor. Época fecunda y de gran calidad estética que glorifico este ritmo que nos ocupa. Las décadas del 30 y el 40, o La Edad de Oro del Tango.
Si bien en el decenio del 20 hubo un gran esplendor gracias a la aparición de las orquestas típicas (tres o cuatro bandoneónes, tres o cuatro violines, un contrabajo y un cantor); lo cierto es que hasta ese momento ciertos sectores de la llamada ''clase alta'' despreciaban y se mofaban de este genero escandalizados por  la sensualidad de su danza. Eran no pocos los que desdeñaban y acusaban al tango como ''expresión de personas de baja calaña''.
Ya para fines de la década de los veinte, aparece en escena un poeta muy particular que vendría a darle otra dimensión a la lírica tanguera. Enrique Santos Discépolo, considerado ''el gran cronista social del tango'' se preocupo por trabajar una prosa hiriente, que describía de manera directa el amor, el desamor y la realidad social de su tiempo. De su puño y letra salieron composiciones como: ''Yira Yira'', ''Uno'', ''Esta noche me emborracho''; y una acuciosa denuncia a la llamada ''Década Infame'', que serviría también como una suerte de presagio de lo que significo el siglo XX. Su inolvidable ''Cambalache'':






''Que el mundo fue y será 
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte 
es un despliegue
de maldá insolente
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo 
todos manoseaos...''



La década del 30 va a servir de plataforma para lo que vendria a la vuelta de escasos diez años más tarde. Surgen entonces en el ambiente nombres como: Edmundo Rivero (1911-1986), Juan D' Arienzo (1900-1976), Jose María Contursi (1911-1972) autor de ''Gricel'', Osvaldo Pugliese (1905-1995) pianista, director y compositor, y Enrique Cadícamo (1900-1999), entre otros.
Cuando hacíamos referencia a Gardel y su importante legado, destacamos la figura de un letrista cuyas inspiraciones sirvieron para perpetuar la importancia del Tango en la música popular latinoamericana. Este no es otro que Alfredo Le Pera. Nacido en Sao Paulo,Brazil el 7 de junio de 1900; si bien su nombre no es muy conocido, algunas de sus composiciones vienen a ser su efectiva carta de presentación. Basta sólo mencionar ''Mi Buenos Aires Querido'', ''El Día que me quieras'', o su co-autoria junto al propio Gardel en la inmortal ''Volver''.
La llegada de los años '40, trae consigo la aparición de una notable ola de compositores, músicos, cantores y directores de grandes orquestas, que sellan definitivamente -por así decirlo- el estilo ese del Tango, que lo hace  triste, nostálgico y desgarrador. Fue la época en que esta manifestación logro la conquista absoluta de los medios de comunicación como la radio y el cine, que permitieron su masificacíon y con ella el gancho final que lograría que la exigente aristocracia porteña cayera sin mayor resistencia ante su indiscutible encanto.
Eran los años en que las grandes orquestas tocaban en vivo amenizando y llenando de vida la noche bonaerense. Una de estas orquestas era la de Aníbal Troilo.

Pichuco era el alias de Aníbal Carmelo Troilo, en quien se reconoce un buen compositor y un gran director de orquesta, por cuya agrupación pasaron cantantes de gran escala, así como grandes pianistas que luego formaron tienda aparte logrando afectar al público mayoritario. Sin embargo lo que inmortalizo a Troilo e inscribió su nombre entre las paginas gloriosas del Tango, fue su maestría al ejecutar el instrumento distintivo de esta música: El Bandoneón. Quienes le escucharon tocar, aseguran de su impecable digitación y de un fraseo único al decir las notas; dando a sus interpretaciones y a sus solos, ese sabor a melancolía, a desgarro y a nostalgia de que siempre se valió esta expresión. Larga es la lista de los cantores, compositores y músicos que colaboraron junto a Troilo a lo largo de su trayectoria, destacándose figuras como el poeta Homero Manzi, el excelso cantante Roberto -el polaco- Goyeneche, y Cátulo Castillo; siendo este último el letrista de ''La Ultima Curda'' (1956), que se convirtió en un gran clásico de Anibal y del Tango.


''Lastima, bandoneón,
mi corazón
tu ronca maldición maleva...
Tu lágrima de ron
me lleva
hasta el hondo bajo fondo
donde el barro se subleva.
Ya sé, no me digás! Tenés razón!
La vida es una herida absurda,
y es todo tan fugaz
que es una curda, nada más!
mi confesión...''

No se puede concluir un rápido vistazo a esta edad de oro del tango sin detenerse en una breve mención a los hermanos Expósito (Homero y Virgilio) quienes aportaron hermosas composiciones que aún al dia de hoy  se escuchan y se interpretan en no pocos lugares y por no pocos cantantes. Los hermanos Expósito se repartían responsabilidades y se complementaban a la perfección. Homero, letrista y poeta se encargaba de la lirica, y Virgilio (pianista, y quien era cinco años más joven que su hermano) se encargaba de la música.  ''Naranjo en Flor'' (1941),  y ''Vete de Mí'' (1946) son solo algunas obras creadas por ellos. De la pluma de Homero, aunque con música de Domingo Federico se destacan los soberbios temas: ''Percal''(1943), y ''Tristezas de la calle Corrientes'' (1942).

Desde finales de los años cincuenta, comenzarían a surgir unas corrientes renovadoras dentro de esta música rioplatense. Mariano Mores fue de los primeros músicos que comenzó a experimentar con nuevas sonoridades y temáticas; pero, sin lugar a dudas, el vanguardista indiscutible del Tango y el exponente por excelencia de la etapa que se acordó llamar como la nueva guardia o guardia joven fue el marplatense Ástor Piazzolla.
Nacido un 11 de Marzo de 1921, este bandoneonista y compositor argentino fue uno de los músicos de tango más importantes del siglo XX, y a la vez fue una de sus figuras más controversiales. Por mucho tiempo su nombre fue materia de debates en las mesas de los conocedores de este genero, generando encendidas discusiones entre tradicionalistas y renovadores sobre si su música podía o no considerarse Tango. Fue duramente criticados por melomanos ortodoxos y seguidores de la vieja guardia, que lo consideraban ''el asesino del tango''. Hay que decir que Astor, (si bien fue reivindicado en años posteriores por intelectuales y músicos del movimiento conocido Rock Nacional Argentino; también su  figura) permanece como materia de estudio sobre la evolución y desarrollo de esta expresión.
Estudio armonía y música clásica. En su juventud dividía su tiempo entre las tardes en el famosísimo Teatro Colón y su pasión por Igor Stravinsky, y las noches en las que se desempeñaba como bandoneonista de Anibal Troilo, para quien realizó arreglos orquestales. No fue nada fácil el camino para este músico dada su irreverencia artistica. Sus obras no eran difundidas en las emisoras de radio, y los comentaristas atacaban con dureza su arte. A las criticas y comentarios negativos hacia su persona, respondía de esta forma:

''Si, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos lo que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden, ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos''


                                           (Revista Antena, Buenos Aires, 1954)




En 1969, tuvo lugar en el tradicional estadio Luna Park de la capital argentina, el Festival de la Canción de Buenos Aires, evento este que catapultara definitivamente a Piazzolla y su música, cuando presento junto al uruguayo Horacio Ferrer el valsecito tanguero ''Balada para un Loco'' interpretado por Amelita Baltar. Fue tal el descomunal escándalo que produjo esta canción, que obligo a los organizadores a cambiar súbitamente las reglas de selección, para evitar que el jurado (integrado entre otros por el brasilero Vinicius de Moraes) la  decretara como ganadora del festival. No obstante, el nuevo tango-canción gano algo mucho más importante que fue la adhesión popular.

''Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo; viste? Salís de tu casa por Arenales. Lo de siempre: en la calle y en vos...Cuando de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizón en el viaje a Venus: Medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. Te reís!...Pero sólo vos me ves: porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes; y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. Vení!, que así medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita y te digo: Ya se que estoy piantao, piantao, piantao...''      (Balada para un Loco -Intro-)




                                    
Ástor también renovó la instrumentación del tango. Fue el quien introdujo en esta música la guitarra y el bajo eléctrico, el sintetizador y la batería. Entre sus composiciones más relevantes se encuentran: ''Adiós Nonino'' (dedicada a su padre en su fallecimiento), ''Fuga y Misterio'', ''Libertango'',  ''Milonga del Angel'', sus cuatro estaciones porteñas (Verano Porteño, Otoño Porteño, Invierno Porteño y Primavera Porteña ) entre otras. En fin, Piazolla tiene su estrella en el parnaso tanguero, tanto por su modernismo y su excelente ingenio creativo, como por el bien logrado matrimonio que concibió de  fusionar el tango con el jazz.
En este periodo marcado por la renovación de la nueva guardia, surgieron también talentos como Eládia Blázquez, Susana Rinaldi, Chico Novarro, Rodolfo Mederos, Cacho Castaña; y se produjo el repunte del polaco Goyeneche que paradójicamente gozó en esta etapa de su mayor popularidad.

Ya entrada la segunda mitad de la década de los sesenta, el tango fue perdiendo terreno gracias a la confrontación generacional y al surgimiento de expresiones contraculturales como el Verano del Amor del 67, y el movimiento hippie de Estados Unidos; el Mayo Francés del 68, y el arrase y popularidad del grupo británico The Beatles generado con motivo de su primera vista a Norteamérica en 1964. En Argentina, como  consecuencia de esta influencia foránea, se fue creando el espacio para el desarrollo de una nueva expresión juvenil que tenía en la revolución sexual, en las drogas y el alcohol algunos de sus principios. Esta corriente, llevada al terreno musical, desencadeno en el llamado Rock Nacional Argentino, el cual vino a polarizar con la música que hasta ese momento se escuchaba y se asumía. Se produce entonces el enfrentamiento entre el Tango y el Rock; y así, sin más el primero paso a ser la música de ''los viejos'', y el segundo paso a ser el distintivo sonoro y cultural de ''los jovenes''.
En ese contexto, el Tango fue lentamente convirtiéndose en una suerte de quimera, en una idea; en la nostalgia esa que tanto presagiaba en sus letras. El bandoneóncito melancólico fue poco a poco alejándose hasta que debido a tanto ruido se volvió casi imperceptible al oído, y ya casi no se escucho. Dejemos sin embargo, que sea el bandoneonísta y compositor Rodolfo Mederos, quien nos detalle la situación actual de esta expresión rioplatense:

''El Tango es una lengua muerta, y yo me siento un arqueólogo que intenta mostrar lo que fue. Hoy es un negocio para turistas desprevenidos, o una actividad para megalómanos, pero no una música que se acople a la vida cotidiana. A mí me apasiona, pero no hay que confundir con que está pasando un buen momento. El Tango es como un libro que se cerró. Que guarda secretos y verdades muy profundas, pero no es la música de hoy. Me da tristeza, pero es una lengua muerta como el latín''


De parte de quien suscribe, nada más que agregar. Juzgue usted amable lector.



                                                       

                                                     El Aprendiz




BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

* ''Reflexiones sobre los orígenes del Tango''   (Ricardo García Blaya)
* ''El Tango, su evolución e historia'' (Artículo publicado en la revista club de Tango No. 43 Julio-Agosto 2000)
* "Viaje al corazón del Tango'' (Ricardo Ostuni)
* ''Gardel:  Síntesis de su vida y trayectoria'' (Pablo Taboada)
* ''Tango. Discusión y Clave'' (Ernesto Sábato)
* '' El Tango y su Mundo'' (Daniel Vidart)
* ''Antología del Tango'' (Alfredo Gravina)
* ''Notas publicadas: en www.todotango.com''
* ''Wikipedia'' (Enciclopedia Virtual)