A Jules Florencio que lo inspiro.
No me llevo con los relojes. Somos mutuamente excluyentes. Nada me parece mas esclavizante que llevar atado a mi brazo un artefacto al que pueda acudir cada vez que alguna inocente alma se le ocurra preguntarme el tiempo, o cada vez que mi obsesiva curiosidad quiera saber la exactitud de la hora/minuto/segundo que respiro en ese momento. Ya lo dijo el poeta y estoy totalmente de acuerdo con el: ''Cuando te regalan un reloj, no solo te regalan un reloj'' y fin de la historia...No! Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los dias, de comprarle baterias cada vez que se les agoten; o sea, te regalan la situacion de exponerte a competir en una carrera de ultravelocidad contra ese corredor olimpico que siempre se te escapa y al que nunca llegas a alcanzar; o mejor dicho que va tan rapido que no te alcanza a ti.
Ese aparato que da una aproximacion del tiempo (casi nunca el exacto) va adherido a la piel -casi como un tatuaje- para someternos, para mantenernos bajo su yugo, para ubicarnos en esa rutina circular cual piezas de ropa en una maquina de lavar, y desde ahi controlarnos a su antojo y sin enojo. No los concibo. No los puedo tolerar. No puedo sentir a ese supervisor ahorcando mi muñeca, como mirandome todo el santo dia y sacandome la lengua; cual silente rival que se burla de mi.
No se llamen a engaños. Los relojes (y me refiero mayormente a los de pulsera, los mas molestosos) te atan! Te manipulan!...Vivimos a merced de esas agujas que dan vueltas de 360 grados sin tomarse un receso. Sin descansar. Desde que nos despertamos, lo miramos esperanzados de que se detengan; que se suspendan solo un momento y nos permita hacer esa diligencia, o resolver esa emergencia que nos surgio; pero es vano nuestro deseo. El implacable no cede en su crueldad.
Aqui hay ocho (8) razones para que se liberen de esa tortura cronologica. De seguro ustedes haran crecer el conteo y pondran las suyas; sientanse libres de hacerlo y sobre todo de tomar la decision de romper relaciones con este enemigo que voluntariamente amarran en sus brazos dia tras dia.
Si no llevas reloj puedes:
- Robarte esos añorados instantes matutinos y quedarte en la cama antes de salir presuroso hacia la selva de cemento.
- Evitar la fastidiosa puntualidad en la cola de los cines, que te hace ver esa pesada publicidad antes de la proyeccion de la pelicula.
- No vivir la experiencia de que te cierren en las narices la puerta del banco por la diferencia de diez minutos entre el aparato que tienes en tu brazo y el que esta colgando de la pared de tu institucion financiera.
- Pasar del flirteo de algun fascineroso(a) que se acerque a ti con el pretexto de conocer el tiempo.
- No caer en la patologia de tratar de halar al presente la hora del almuerzo,del receso o de la salida en el trabajo.
- Controlar la desesperacion en la sala del consultorio medico, porque el paciente anterior no acaba de salir.
- Obviar la duracion real de un minuto de silencio en ciertas ceremonias o lugares.
- No medir la eficiencia tuya o de tu pareja luego de consumado el acto sexual.
El Aprendiz