1.) El profesor, el maestro, el docente; es en gran medida el responsable de que las aulas de clases sean, o bien cuatro paredes en cuyo interior se incentive y se promueva el vital proceso del aprendizaje; o por el contrario, un espacio de tedio y aburrimiento. Es el encargado de llevar la voz cantante en la actividad social que supone la docencia, y debe tener plena conciencia de la relevancia de su función.
A quien se le asigna un horario y un salón específico dentro de una institución académica para moderar una sesión, debe tener siempre presente que esa reunión de personas que allí asisten, lo hacen bajo una valiosa inversión de tiempo, energía y dinero; cuya única finalidad es beneficiarse de una retroalimentación de conocimientos y experiencias, que bajo ninguna circunstancia debe caer en la monotonía, ni alejarse temáticamente demasiado de la disciplina o ciencia, cuyas ideas y conceptos se acordó mostrar.
2.) Es evidente que el sistema educativo tradicional, tal como lo conocemos hoy, tiene varios aspectos arcaicos y obsoletos. Uno de ellos, es sin dudas el referente a los exámenes o pruebas. Si bien su idea original de medir el rendimiento o tratar de determinar los niveles de conocimientos adquiridos por el estudiante durante una asignatura o en un periodo de tiempo específico es una actividad loable, esta práctica ha ido perdiendo su naturaleza, y se ha ido desvirtuando paulatinamente. Los docentes, en su escala de medición del desempeño estudiantil, sobreestiman el renglón de las evaluaciones, asignandole un gran porcentaje de la calificación final a este acápite; mientras que los estudiantes por su parte, conscientes de esta realidad, solo se limitan a memorizar mecánicamente conceptos, datos, fechas y fórmulas con el único propósito de aprobar la asignatura, en detrimento de un relajado y natural proceso de autoaprendizaje. Es decir, los maestros se preocupan más por obtener de los alumnos respuestas veraces y objetivas, que por su raciocinio, y su análisis critico; y a su vez los estudiantes, se muestran más interesados en aprobar exámenes que en aprender el contenido de sus asignaturas y la aplicación de estas en su vida social. En esta época de tanto ruido tecnológico, se hace necesario replantear la verdadera finalidad de los exámenes.
3.) La enseñanza debe ser vista y concebida como una ilimitada pradera. Una llanura extensa, abierta a todo tipo de ideas y preguntas, por más irracionales que parezcan. Un vasto espacio, que lejos de segmentar y clasificar ideologías, religiones o doctrinas políticas, las haga converger en un punto común que supone el fín de todo conocimiento humano. Ningúna pregunta, ninguna creencia debe ser excluída del proceso educativo; más bien todo lo contrario; se trata de abordar esa pregunta o esa creencia, desde una postura analítica, no para aceptarla o rechazarla, sino para conocer su naturaleza misma. Tanto los tabúes como los axiomas, deben dejar de ser asumidos como figuras antagónicas dentro de la enseñanza; para así, con actitud crítica, lograr identificar la relación entre uno y otro. La Educación no puede bajo ningún concepto dejar de ser un sistema integral cognocitivo el cual en permanente revisión, busca y persigue un constante desarrollo.
4.) Todo proceso impuesto al Ser Humano con caracter de obligatoriedad; es rechazado internamente por este; pudiera decirse incluso que a través de mecanismos de naturaleza biológica. Los procesos derivados de la enseñanza y del aprendizaje, no escapan a esta realidad. Es ilusorio pensar que las informaciones transmitidas de los maestros a sus alumnos, valiéndose estos primeros de una supuesta autoridad jerárquica, puedan perpetuarse en el subconsciente de los segundos más alla de un breve lapso de tiempo. Si no existe una curiosidad genuina por conocer; si esa información no viene incrustada dentro de un contexto que genere interés a quien debe asimilarla, o si es propuesta como una verdad absoluta e incuestionable, sera solo un conjunto de palabras expelidas al viento, presente si acaso de manera transitoria y efímera en la psiquis de quien escucha. Tratar de usar la fuerza para sembrar conocimientos sirve de muy poco, pués para los estudiantes, no pasan de ser premisas que se deben manejar momentánemente para superar un obstáculo predeterminado. El aprendizaje y la obligación son mutuamente excluyentes.
5.) Quien busque agenciarse una sólida educación, debe levantar un edificio sustentado en dos (2) columnas básicas: Las humanidades y la ciencia. Dentro de la primera deben estar contenidas la Filosofía como raíz y origen de todo pensamiento, la Lingüística como herramienta necesaria para dominar los diversos aspectos del lenguaje, el Arte como una expresión que genera tanto bienestar para el alma como desarrollo espiritual, y el Deporte como una disciplina que procura salud para el cuerpo y para la mente.
El otro pilar del aprendizaje, a su vez, se divide en tres areas de gran relevancia en el campo cognoscitivo: Las ciencias formales, las ciencias naturales y las ciencias sociales. Las ciencias formales estan representadas por las Matemáticas en sus diferentes ramas, como la responsable de organizar un pensamiento lógico, fruto de conceptos cuya veracidad puede ser demostrada en todo momento bajo patrones de razonamiento; las ciencias naturales que comprenden la Física, la Quimica y la Biología, que permiten descubrir y entender las leyes que rigen la naturaleza; y las ciencias sociales, que agrupa en su haber a la Historia, la Economía, la Política, La Geografía, la Psicología, la Antropología y la Sociología, para abordar desde varias perspectivas esa totalidad que supone la sociedad, así como las relaciones entre los miembros que la componen. Una vez erigidas sobre una base segura, ese par de columnas que soportan ese edificio, debe conducir a su propietario a un seguro camino de bienestar tanto interior como exterior.
6.) Leer y analizar, son dos actividades de primer orden dentro del proceso que persigue la adquisición de conocimientos. Si embargo, con frecuencia son concebidas en su nivel más superficial y empírico. Estos dos verbos que indican acciones concretas y específicas, precisan de ciertos enfoques complementarios para ubicarse en su verdadera dimensión; esa que podrá permitir a su vez, un efecto expansivo del saber. Leer por leer, como un mero acto de pasar la vista sobre un conjunto de palabras escritas sirve de muy poco o de nada, si se desconoce el significado o la acepción de alguna de ellas, o si cualquier ruido interno o externo impide que el lector logre una buena concentración. De igual modo, analizar sin enmarcarse primero dentro de un justo contexto, o sin proveerse previamente de un componente de criterio, como una condición subjetiva y necesaria para alcanzar un juicio de valor sobre el fenómeno que intentamos describir, pudiera considerarse una pérdida de tiempo. Hay que asumir la lectura comprensiva, y hay que promover siempre el análisis crítico.
7.) Debe existir en el estudiante un interes genuino en acceder al mundo del conocimiento; al mundo de las ideas. De faltar esta intención, seran muy pocos los resultados que logre el docente, pues se parte de un punto de referencia vulnerable. El aprendizaje no hace comunión con la obligatoriedad o la imposición forzada. Aquí la naturaleza del Amor juega un papel preponderante. Si no hay sed de sabiduría; si falta voluntad para buscar la verdad científica, si no hay Amor dentro de la conciencia y un deseo de conocer para transformar; para mejorar, entonces; no habrá sino un frio cumplimiento de horarios y normas. El aprendizaje implica otra cosa. No es un proceso mecánico que se deba llevar a cabo como prerrequisito de un diploma o de una certificación. Es y debe ser, un terreno altamente ligado a los más puros valores intrínsecos del Ser Humano. El conocimiento es la cúspide del desarrollo personal del Hombre y de la Mujer. Es fuente inagotable de riqueza, y debe ser siempre asumido con la enorme importancia que tiene; tanto por el facilitador como por el facilitado. Existe una diferencia entre acumular datos e interiorizarlos; entre almacenar información y aplicarla. Hay que aprender a aprehender.
8.) El método de enseñanza promovido por el sistema educativo tradicional necesita conectar con la mirada del mundo de hoy. No se puede pretender captar -con los mismos pizarrones inmóviles- la atención de jovenes con acceso a modernos y dinámicos dispositivos electrónicos. Las áulas no pueden seguir siendo esos cubículos inertes; esas murallas que no hacen más que entorpecer el flujo de información que se desplaza a través de las vias cibernéticas. No tiene mucho sentido el hecho de saturar con datos pesados y pocos portátiles las neuronas creativas de un estudiante, si este puede acceder a ellos desde su ordenador. Hay que derrumbar las paredes de los salones de clase y salir; tanto alumnos como profesores deben juntos salir al encuentro directo con la naturaleza, con el hombre, con la sociedad. Los estudiantes deben y tienen que ver lo que sucede allá afuera; requieren conocer la realidad. Los profesores deben y tienen que organizar una estrategia que les permita hablar el mismo idioma de esos jóvenes que les escuchan, para que unidos puedan analizar las causas de los distintos fenómenos, discutir los diversos problemas, y aportar las potenciales soluciones. Si la sociedad evolucionó, debe hacerlo también la educación.
9.) Ningún Ser Humano es exactamente igual a otro. Cada persona que llega a este mundo trae consigo su huella digital, como una característica que lo hace único y lo diferencia del resto de la especie humana. Reconocemos y asumimos esta exclusividad en las personas desde el punto de vista biológico, sin embargo, lo ignoramos, o no queremos asumirlo desde el punto de vista cognitivo. Ningún Ser Humano aprende exactamente igual a otro. El gran desafío académico (principalmente a nivel de la escolaridad básica) es descubrir en cada estudiante el canal de comunicación idóneo, a fin de hacerle llegar la información con la certeza de que será no sólo recibida, sino procesada y asimilada. Los canales de comunicación se pueden clasificar en tres vertientes: Visual, Auditivo y Kinestésico. Existen individuos que tienen la facultad de recrear en su mente un objeto, de dibujarlo con sus pensamientos. Ese tipo de personas tienen suma facilidad de interiorizar conocimientos, cuando son estimulados a través de la vista. Existen otros por el contrario, que retienen y graban con mayor eficiencia cuando escuchan, cuando entran en contacto con audios o sonidos. Por último el kinestésico o kinestésica es aquel o aquella, cuyo sentido predominante es el tacto. Así pués, se debe identificar y agrupar los estudiantes según el canal de comunicación que más le favorezca, con el propósito de diseñar una estrategia de aprendizaje, y extraer de estos el máximo potencial dentro de este proceso.
10.) Toda actividad humana requiere o precisa de una reingeniería; de una evolución. Cada cierto intervalo de tiempo es necesario detenerse, revisar los procesos, medir los resultados, evaluar el desempeño. El sistema educativo, cual motor de la enseñanza que demanda la interrelación de personas con el fin de transferir y retroalimentar conocimientos, es una actividad social que demanda los mismos requisitos. Es decir; no se puede pensar en obtener iguales o mejores resultados fruto del ejercicio de los mismos métodos de dos siglos atrás. Muchos educadores o estudiosos de la pedagogía han adoptado la creencia que la solución a una mejoría en la calidad academica, se logra con presionar los estudiantes, con llenarlos de tediosas asignaciones e interminables proyectos; nada más erroneo. El objetivo es educar a los jovenes de hoy, no es vencerles, ni siquiera determinar quien tiene la autoridad. Lo que frecuentemente debemos analizar es el sistema en sí, su estructura, su misión; si está o no cumpliendo con su rol dentro de la sociedad; si está formando individuos con la capacidad de pensar, o con la habilidad de memorizar. A nivel empresarial se dice que cierta máquina está obsoleta cuando cae en desuso, no por un mal funcionamiento de la misma, sino por un insuficiente desempeño en sus funciones, en comparación con otra más nueva o de fabricación más reciente. Existe también una obsolescencia pedagógica.
11.) La educación es el territorio donde todo el aprendizaje sucede. Si esta premisa es cierta -que indudablemente lo es- entonces pone de manifiesto algunos aspectos. Intentemos pues analizar esta frase, a partír de dos conceptos incluidos en ella. Por un lado está el aprendizaje, el cual se enfoca como el fín o meta final del proceso educativo; sin embargo hay que tener cuidado con esto, puesto que no se trata de caer en la simpleza de concebirlo solo como el acto unidireccional de adquisición de conocimientos previamente dados bajo un caracter de perpetuidad. El aprendizaje trae consigo no tanto el derecho, sino el deber de analizar, procesar e incluso cuestionar esas informaciones, utilizando como marcos de referencia la lógica y la razón en todo momento. Cuestionar la procedencia de un hecho, su origen, su evolución desde una perspectiva fríamente racional, no hace otra cosa que enriquecer este proceso. El aprendizaje soporta cualquier cuestionamiento a esa verdad revelada, y es además saludable hacerlo. Es altamente beneficioso para el aprendizaje mismo dudar de eso que se aprende. Por otro lado está el concepto de territorio, que aquí va más allá del mero espacio delimitado donde se da la ocurrencia de un fenómeno, para indicar el enorme alcance de la educación en cuanto al universo de cosas existentes para aprender. Lejos de intentar cercar un espacio fisico, lo que se pretende es integrar al hombre-mujer con la naturaleza y la sociedad. Que coexistan, que se interrelacionen, y por supuesto que se desarrollen.
12.) Todo sistema estructurado debe partir de un método que permita alcanzar el objetivo deseado. El campo de la enseñanza-aprendizaje, también se vale de ciertas corrientes para tratar de llegar a la verdad. Una de ella es El Racionalismo. Esta forma de pensamiento (concebida inicialmente por el filósofo y matemático francés Rene Descartes) propone a la razón como principio fundamental para la adquisición de conocimientos, los cuales deberán luego poder ser demostrados mediante procedimientos matemáticos. Esta postura, ubica a la razón por encima de lo que nos dicen los sentidos, ya que estos últimos pueden efectivamente conducirnos al error mediante el engaño. Es entonces justo en ese intento de evitar la equivocación en perjuicio del saber, cuando Descartes en su obra ´El Discurso del Método´ pone de manifiesto una perspectiva del conocimiento y de la existencia denominada como la duda; la duda metódica. Esta visión consiste en cuestionar todo aquello que nos rodea, incluso aquello de lo que poseemos una clara certeza, ya que sólo partiendo de la incertidumbre se podrá adquirir un conocimiento preciso de las cosas. Así pues, la duda es una herramienta sumamente eficaz dentro del terreno pedagógico, la cual debe ser asumida tanto por quien intenta transferir conocimientos como por quien se apresta a recibirlos. Poseer la capacidad de anteponer la razón a la percepción sensorial, debe ser empresa obligada de todo perseguidor de la Verdad. Podría inferirse entonces, que la duda y la educación son directamente proporcionales.
13.) Sócrates ha sido, sino el que más, uno de los hombres más sabios que haya conocido la humanidad en toda su historia. Este pensador ateniense, que representa lo más vital de la filosofía occidental y universal, dejó una impronta eterna a través de su pensamiento y su certero manifiesto sobre la ignorancia; vista esta no como un estado desdeñoso del Ser Humano, sino por el contrario como un humilde reconocimiento que hace aquel que consciente de sus limitaciones, identifica el camino pendiente por recorrer en la búsqueda de la verdad. Su enorme legado, sintetizado en su célebre frase «Solo sé que no sé nada», atraviesa siglos y generaciones, para recordarnos una y otra vez dos cosas: Por un lado lo vasto y extenso que es el campo del conocer, y por el otro la necesidad de adoptar esa falta de conocimientos como el punto de partida para la adquisición de los mismos. La gran sabiduría de Sócrates, no consistía pura y simplemente en la acumulación de datos, sino en la continua revisión de los que ya manejaba, con el firme propósito de construir nuevos aún más sólidos y veraces; mecanismo que de una u otra forma define y da carácter a la Ciencia como método de construcción y reconstrucción de conocimientos para llegar a la verdad absoluta mediante aproximaciones sucesivas.
Gracias al razonamiento y las afirmaciones de este hombre, hoy estamos conscientes de lo poco que realmente sabemos y de la urgente necesidad de intentar siempre saber y conocer más.
14.) Hoy en día la información corre a una velocidad asombrosa; superior quizá a la de la luz o el sonido. La internet representa sin más, el libre acceso a todo tipo de información en cualquier momento y esto como es de suponer, ha traído sus notables consecuencias. Frente al hecho de la existencia de un ordenador en el hogar, una biblioteca ha perdido su razón de ser. Desde el surgimiento de herramientas como ´Wikipedia´ por ejemplo, difícilmente se vea a un joven consultar una enciclopedia. El mundo actual está interconectado a través de redes virtuales y esto no tiene vuelta atrás; muy por el contrario, los avances en la informática ejercerán cada vez más su dominio sobre las sociedades.
Frente a esta realidad, ¿Qué sentido tiene para un maestro pararse frente a decenas de alumnos en un aula y asignarles un trabajo de investigación a redactar sobre quien fue Cervantes, o en que año nació? ¿Cómo se siente moralmente ese docente? Sabiendo de antemano las facilidades de que disponen los jovenes de hoy para extraer toda la información que necesitan de la internet y luego volcarla en un papel en blanco sin siquiera transcribirla. No tiene caso. No hace sentido. La tecnología, en cierta forma, ridiculiza a los maestros. Eso ni es enseñanza, ni es aprendizaje.
Los profesores de hoy tienen un gran desafío y es el de abandonar esa postura de seres que guardan dentro de si todo el conocimiento, que poseen la verdad absoluta para convertirse en humildes orientadores, que puedan -dentro de su humana imperfección- guiar a los jovenes frente a ese enorme torrente de información que les llega, sobre cual es verdaderamente relevante y cual no lo es. Los educadores de la actualidad, tienen que ser eficientes conductores de información importante.
15.) El antiguo concepto de División del Trabajo, visto como una especialización de las fuerzas laborales para lograr la eficiencia en la producción o en la prestación de servicios, ha repercutido también en el ámbito académico. Es esta la razón por la cual vemos cada vez, y con mayor frecuencia, la apertura de seminarios, maestrías, postgrados y doctorados en las distintas carreras universitarias las que buscan el bienintencionado objetivo de especializar a los profesionales recién egresados en diversas áreas de su campo laboral. Si bien esta tendencia de delimitar el conocimiento de los estudiantes o los nuevos profesionales, es decir de capacitarlos en subdivisiones muy específicas, persigue la aparente saludable intención de formar modernos expertos en sus respectivas áreas, su efecto social no es tan beneficioso después de todo. Especializar a un individuo en técnicas y conceptos muy concretos; educarlo única y exclusivamente para desempeñar una sola función de la mejor manera posible, hace que este individuo pierda de vista cual es su rol dentro de la colectividad. Es aquí donde interviene la Cívica.
La cívica, es un tipo de educación dirigida a definir los espacios de convivencia pacífica entre los seres humanos, a establecer los códigos que la rigen y garantizar las relaciones interpersonales entre sujetos colectivos parciales. Pero la cívica no solo aborda temáticas relativas a las buenas costumbres, también es la llamada a orientarnos en cuanto a la interpretación de los sucesos políticos que nos afectan, es la que provee información sobre los derechos de los ciudadanos y el papel que estos deben asumir dentro de la sociedad como entes determinantes en la toma de decisiones. A través del estudio de la cívica, es posible elaborar un análisis crítico de la democracia que representa a ese conglomerado y detectar sus errores o fallas; en otras palabras, es con el buen conocimiento de la cívica y sus lineamientos, que los gobernados están en capacidad de identificar los abusos de poder político cometidos por los gobernantes y las herramientas que estos disponen para combatir esos abusos.
Resulta pues evidente la necesidad de impartir esta disciplina en las distintas casas de estudios. Una educación sin cívica es una educación notoriamente incompleta.
16.) El adoctrinamiento ha tenido un efecto tóxico en las sociedades democráticas actuales. Su modus operandi consiste en el asalto de cualquier vía de comunicación masiva para a través de ella, imponer sus prácticas o principios en cuestiones de indole política o religiosa, con el objetivo de maximizar el poder de las elites sociales dominantes. No se trata de una práctica de estos tiempos; es más bien una ejecución de siglos atrás, podría decirse que milenaria. Un grupo minoritario en cuyas manos reposa casi toda la autoridad, se ubica estratégicamente en una posición ventajosa para desde arriba dictar y ordenar a la mayoría, la forma y condiciones en que esta debe de proceder y hasta los límites en que debe hacerlo, so pena de recibir un castigo juridico o moral a quien se atreva a traspasar la linea establecida.
Estas elites que en el curso de la humanidad han manipulado a su antojo los hilos del poder, han sido siempre conscientes de la importancia capital que reviste para sus propósitos, el tener control absoluto de los diversos canales de comunicación y del acceso a los mismos por parte de los subalternos. Es así como siempre los de arriba le indican a los de abajo que decir y que hacer; cuando decirlo y cuando hacerlo.
Hubo sin embargo una vía que se escapo a las ambiciosas pretensiones de estos pequeños y poderosos grupos. Un mecanismo que ellos no habían dimensionado, o que desconocían su alcance, comenzó a causar estragos en la consecución de sus objetivos, pues ofrecía estímulos a la mayoria y les hacía reaccionar distinto. Les hacía ver -a los gobernados- que unidos, podían imponerse a esa minoria y lograr una mejor sociedad para todos. Esta vía o mecanismo tiene nombre: La Educación.
Cuando los ostentadores del poder se percataron de que la educación podia vencerles y liberar a los pueblos del mundo de su yugo, decidieron asumir también el control de esta e impregnarlas de doctrinas políticas y religiosas para desnaturalizarla y confundirla.
Una verdadera enseñanza, un aprendizaje saludable, tiene que huír en todo momento del adoctrinamiento.
17.) El concepto ´Educación´ se fundamenta en un principio elemental: ´Ofrecer igualdad de oportunidades a los miembros de una colectividad´; digamos que esta es la finalidad básica de todo sistema educativo puesto al servicio de una sociedad, el garantizar que sus habitantes reciban los mismos derechos de acceder a las fuentes del saber. Si esto es así, entonces habría que estar de acuerdo con la premisa de que siempre que en un país, una sociedad. o un estado haya distinción de clases y dos sistemas de educación simultáneos, no se logrará la consecución de ese principio elemental. La razón para avalar esa premisa reside en el privilegio que innegablemente supone un sistema sobre el otro, donde sus egresados son valorados ante los ojos de la sociedad, no por su formación académica, sino por su situación socioeconómica. La existencia de esta dualidad en la educación, no hace más que separar aún más la brecha entre las clases sociales; entre ricos y pobres.
Esta realidad, que desde el ambito de la enseñanza afecta el total funcionamiento de la sociedad, Finlandia por ejemplo, la ha comprendido muy bien. Esta república europea, siendo un país de una incidencia geopolítica relativamente baja en comparación con poderosos vecinos limítrofes como Suecia o Rusia, suprimió casi en su totalidad la educación privada y ofrece a sus estudiantes una enseñanza gratuita de gran calidad, conscientes de que sólo así pueden asegurarle a sus futuros profesionales, oportunidades en igualdad de condición. Este hecho, unido a otras acertadas medidas dentro del sistema (docentes altamente capacitados, reducción en los horarios de clase y en el número de estudiantes por aula, pocas asignaciones o trabajos para la casa y preponderancia en el análisis crítico sobre las pruebas y los exámenes como medida del desempeño) hacen de la educación finlandesa, un verdadero modelo de gran desarrollo y progreso, el cual ha tratado de ser emulado por grandes e importantes países, no sólo de la union europea, sino también alrededor del mundo.
El establecimiento de la educación gratuita como único sistema pedagógico, es lo que verdaderamente sienta las bases de una auténtica y genuina democracia.
18.) Cuando se busca mejorar la calidad en la educación de una sociedad, no necesariamente se refiere a incrementar la inversión del Producto Interno Bruto (PIB) que esa totalidad viva destina a ese sector. Eficientizar la educación implica orientar mejor sobre los conceptos que hay que manejar para que esa sociedad crezca saludablemente. Significa filtrar a tiempo las informaciones que produzcan bienestar colectivo; incentivar la transmisión de conocimientos demostrables, y motivar en todo momento la investigación científica, en el entendido que sólo la ciencia con su capacidad de desarrollo integral mediante aproximaciones sucesivas, puede perfeccionar el saber humano y sugerir una explicación más acabada tanto de los sucesos sociales, como de los fenómenos naturales.
La educación puede tener dos efectos, dependiendo de la proporción de la población que tenga acceso a ella y del uso que de ella se haga. Cuando es un privilegio de la minoría en vez de un derecho mayoritario, la primera se sentirá poderosa y la utilizará sin piedad para acumular más poder y obtener mayor riqueza, lo que a su vez se traduce en pérdida del poder adquisitivo de esa masa mayoritaria e ignorante. En este caso tiene un efecto altamente nocivo y perjudicial. Si por el contrario se ofrece la posibilidad de que todos y cada uno de los miembros de la colectividad se eduquen a un mismo nivel y sin diferencias, se obtendrá como resultado que cada uno explote el mayor de sus potenciales como individuo y ofrezca lo mejor de si; lo que sin dudas se traducirá en un avance para todos.
De nada sirve colocar una mayor cantidad de recursos y capitales en manos de quienes controlan la educación, si se mantienen esas diferencias en el enfoque. Aquí el problema más que cuanto necesitamos para hacerlo, es como lo estamos haciendo y como lo deberíamos hacer.
19.) Conscientes de que una de las estrategias para desarrollar el proceso cognoscitivo como uso del recurso de la conciencia -el cual permite obtener los conocimientos y por ende aprendizaje- es el de la motivación, los pedagogos y educadores promueven esta, mediante el principio de la competencia entre alumnos de un mismo nivel o grado. Analizando el concepto genérico de motivación, encontramos que se refiere a las causas que dan lugar a la realización de un actividad, una labor, o una acción en específico, y que a su vez regula y supervisa el cumplimiento de esta hasta lograr el objetivo buscado. Ahora bien, si partimos del postulado de que el éxito en el proceso de formación académica de un individuo cualquiera; en su habilidad para convertirse en un sujeto cognoscente, está relacionado de forma directamente proporcional con la motivación que este pueda acumular, tendría algún asidero de validez introducir métodos competitivos (tales como premios y reconocimientos al mérito) para fomentar en cada estudiante un deseo de superación académica; el problema radica en que se pasa por alto el hecho de que uno de los subgéneros de la motivación es la intrínseca, también llamada como automotivación.
La automotivación a su vez está regida por factores psicológicos y de la personalidad, o sea muy internos de cada individuo; y es este tipo de motivación, el que puede o no mover al ser pensante que realiza el acto del conomimiento a querer acercarse cada vez más y de una mejor manera a las fuentes del saber. Desde fuera, desde el aspecto externo puede llegar al individuo estímulos orientados a tratar de cultivar en él la necesidad de conocer, los cuales nunca serán suficientes puesto que lo que único que en realidad puede determinar que así sea, es esa decisión emanada desde dentro; desde su fuero interno. Sólo la propia voluntad de cada estudiante de querer aprender es lo que garantiza el éxito de ese proceso. La competencia (que muchas veces desanima y desalienta) no es la mejor opción para despertar en otros la motivación.
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